Después, volvimos al coche para conducir dirección a esa magnífica ciudad de las tres culturas. Aparcamos en el Paseo de la Victoria para olvidarnos del coche durante el día...
Comenzamos nuestro paseo dirigiéndonos hasta la Puerta de Almodóvar para seguir junto a la muralla hasta la Puerta de la Luna que nos encanta. Fue por ésta, por la que entramos a la Judería para disfrutar de sus callejuelas.
Tras un largo paseo, decidimos tomar algo y entramos en la Taberna de las Flores, junto a la calle del mismo nombre, muy cerquita de la Mezquita. La verdad es que no conocíamos esta taberna y cual fue nuestra sorpresa al encontrarnos allí con la gran tortilla de patatas del Bar Santos!! De esta forma, pedimos dos copas de Fino y nos pusieron Fino Montilla-Moriles de las Bodegas Toro Albalá de Aguilar de la Frontera, era el "Eléctico" de un color muy claro -yo diría que está muy filtrado, de ahí el color- y seco al paladar, característico de estos vinos; y un pincho de tortilla exquisíto. Madre mía, está buenísima y el ambiente es fabuloso. Nos lo pasamos genial con las camareras que a todo el mundo piropeaban y hacían bromas.
Después de comer, y con el sol en nuestras cabezas, empezó a entrarnos una flojera increíble y decidimos continuar nuestro paseo para espabilarnos. Cogimos por la Plaza de las Cañas y fuimos hasta la Plaza del Potro para continuar Ribera adelante hasta un bar de copas que se llama Sojo. Subimos hasta la terraza y tomamos café con unas magníficas vistas al Río Guadalquivir.
Después del café, volvimos al coche para regresar a casa, la verdad es que pasamos un día muy agradable y disfrutamos de algunos de los productos más típicos de Córdoba. Nos quedó el Salmorejo pero así queda pendiente que volvamos pronto...
Federico García Lorca
Córdoba.
Lejana y sola.
Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.
Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.
¡Ay qué camino tan largo!
¡Ay mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba!
antes de llegar a Córdoba!
Córdoba.
Lejana y sola.
Federico García Lorca
No hay comentarios:
Publicar un comentario