Este fin de semana lo hemos pasado visitando los patios de Córdoba. Como no nos gusta la saturación de turistas, preferimos hacer la visita a los patios por la tarde y dejamos la mañana para dar un paseo turístico por la ciudad.
Comenzamos nuestra visita a los patios por el barrio de San Basilio, había tanta gente haciendo cola para ver los patios que dimos una vuelta por las calles para ver las rejas y balcones y nos fuimos directos para el barrio de Santa Regina donde vimos dos patios y después nos fuimos a Santa Marina.
Sin duda alguna, el patio que más nos gustó fue el de Calle Marroquíes, es un patio dentro de una casa de vecinos y es espectacular. Miles de macetas y arboles rodean a este patio. Y sin dejar atrás, toda la decoración antigua que aún conservan. Merece la pena acercarse por Córdoba y ver esta exposición popular tan maravillosa.
Después de andar durante 4 horas por toda la ciudad y haber pasado por el Cristo de los Faroles, pasamos por la plaza de la Corredera para sentarnos en alguna terraza y poder disfrutar de las actuaciones que allí había, pero nos fue imposible. Estaban todas las mesas ocupadas y con gente esperando. Para no estar más rato de pie, decidimos ir a otro sitio. Pasamos por el Ayuntamiento y el Templo de Claudio Marcelo y al pasar por la terraza de un bar, dio casualidad que una pareja se marchaba de una de las mesas del este sitio llamado El Templo de los Sabores, y decidimos sentarnos. Pedimos unas bebidas para refrescarnos y con ellas nos trajeron Alitas de Pollo con Salsa Barbacoa de tapa. Vaya tapa!! Tuvimos dos alitas por cabeza y estaban deliciosas! Recomendamos este sitio porque además de que estás disfrutando de lo que estás tomando, tienes el templo romano como vista.
Después de este sitio, y con el buen sabor de boca que llevábamos, nos fuimos en busca del coche para regresar a casa porque se estaba haciendo un poco tarde y además, estábamos cansados. Lo teníamos aparcado en el barrio de Ciudad Jardín, así que tuvimos que caminar otro ratito. De camino al coche, pasamos por un Bar que nos gustó y decidimos pararnos y cenar algo. Madre mía, aún recuerdo la cena! Pedimos un plato combinado que traía Flamenquín Cordobés, Calamares, Ensalada y Patatas. Estaba buenísimo y fue super barato! Evidentemente, como teníamos que conducir, no tomamos vino y lo sustituimos en esta ocasión por refrescos, pero la comida fue de escándalo en el Bar Moriles.
Nos encanta Córdoba!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario